1- Por su carácter más benigno
2- Por su accesibilidad al tratamiento únicamente con gotas
3- Por las posibles causas que el especialista tendrá que considerar a la hora de plantear los diagnósticos diferenciales
Las reconocemos por los síntomas que refieren los pacientes y por los signos que podemos ver dentro del
ojo al examinar al paciente con la lámpara de hendidura.
Los síntomas característicos son ojo rojo, dolor y molestias con la luz (fotofobia). Tambíen suelen
tener la visión borrosa. Pero existen uveítis anteriores que se llaman frías y que no tienen ninguno de
estos síntomas (Uveítis de Fuchs, Uveítis asociada a artritis juvenil idiopática)
Los signos que vemos fuera del ojo son la dilatación de los vasoso de la conjuntiva y los vasos
ciliares; y dentro de los ojos vemos precipitados queráticos (células que se depositan en la cara
interna de la córnea), células inflamatorias flotando en el humor acuoso que las graduamos de 0 a 4+;
nódulos inflamatorios que se pueden producir en el borde del iris (nódulos de Koeppe) o en el cuerpo del
iris (nódulos de Busacca).
• Idiopática o sin causa conocida
• HLA-B27+
• Uveítis de Fuchs
• Uveítis herpética
• Artitis Juvenil idiopática
• Sarcoidosis
• Tuberculosis
• Sífilis
• Trauma
• Medicamentos
• Behcet
• Endoftalmitis
El tratamiento tiene algunas diferencias en cada una de las uveítis anteriores, dependiendo de su causa. Principalmente se utilizan gotas de corticoides asociadas a dilatadores de la pupila.
Las complicaciones de las uveítis anteriores son las adherencias del iris con la córnea o el cristalino (sinequias anteriores o posteriores), el aumento de presión intraocualr y el desarrollo de catarata.
Uveítis anterior con precipitados queráticos gruesos y sinequias posteriores.